Te conviene leer. En serio. En realidad no necesito insistir para convencerte, puesto que en este instante llevas ya veinte palabras leídas. Y pronto sabrás que Jorge no ha llegado a Amsterdam según lo previsto: ¿cómo dejar de leer?, ¿cómo no preguntarte qué significa eso de que Jorge no ha llegado a Amsterdam según lo previsto?. Es inevitable, tus ojos saltarán a la línea siguiente desbocados, ansiosos de saber que el avión de Jorge aterrizó sin incidencias pero sin Jorge, que ni siquiera tenía billete.
Cuento con el leve temblor de manos que te habrá producido la noticia, pero dudo que te haya impedido cambiar de párrafo. Sabes tan bien como yo que es necesario seguir, no hay otro modo de averiguar que Jorge tiene una suite reservada en un parador cercano a Madrid. La habitación es coqueta, antigua pero restaurada; Jorge ha pedido una botella de Ribera de Duero, no te costará deducir la marca ni la añada.
Puedes poner fin a esta tortura, es fácil, un clic del ratón y esta nota que te escribo desaparecerá de la faz de la tierra, será una pesadilla, un spam inexistente que yo jamás habré escrito desde el portátil de Jorge aprovechando su costumbre de demorarse en la ducha.
Pero no la borrarás. Repasarás cada palabra una y mil veces, mendigando en vano unas migajas más de información, quién soy, qué pretendo, si de verdad estoy con Jorge en la suite de un parador o si todo es una broma cruel, una ficción de la que te hago protagonista sin pedirte permiso.
Tampoco harás las maletas antes de que Jorge regrese de su viaje de trabajo. Le esperarás a tu pesar, para leer, siempre leer, una verdad o una mentira en sus ojos. Tú lo sabes, yo lo sé. No importa lo infeliz que sea una historia, siempre nos quedamos para ver el final.
La leeré a partir de ahora, la leeré, cuando no esté estudiando, me pasaré por aquí.
Téngalo por seguro…
¿Puedo preguntarle una cosa?
¿Como llegó a mi blog?
Es simple curiosidad…
Un saludo afectuoso,
Mameluco.
Pues llegué saltando de blog en blog, y saltaba de blog en blog para no tener que escribir ninguna de estas dos cosas:
a) Un artículo sobre termas romanas que tengo que entregar la semana que viene.
b) La novela que se supone que estoy escribiendo, aunque en realidad está en fase de documentación (documentarse es otra excusa fantástica para no escribirla, y no escribirla es mi método infalible para no descubrir que no soy capaz de hacerlo).
No localizo el blog desde donde salté al suyo (uffff, eso del usted me cuesta, soy de la generación del tuteo universal… y usted también, pero por lo visto no se ha contaminado :-D). En unos me detengo y en otros no, según lo que me encuentre.
Asi que este es el motivo por el cual no se te ve ultimamente el pelo no? jeje. Bueno estas perdonada porque esto tiene buena pinta ^^
Isiiiiiiil, hoooola!!!! Qué ilu verte por aquí.
En mi descargo te diré que toy griposa y esto me exige menos concentración que Karazhan, aunque sólo sea porque el cuento lo tenía ya en nevera.
Bueno, vale, pégame, pégame, pégame… pero que no sea con las dagas nuevas, plz.
Hola Ana
Soy Uru/Marta
¿Como acabaaaaaaaaa?
Quiero másssss
Buenas…
Acabo de leer que sigues documentándote… Vaya…
Te conviene escribir. En serio..
Besos
A mí Jorge me la pela…en realidad casi evito leer, me he dado cuenta de que pasaba mi vida leyendo y estudiando, aprendiendo…pero la vida no es eso, que te va a contar un naturista…
De todas formas en nuestra sociedad es inevitable leer, y mi curiosidad me suele obligar a ello. Así que leo, como el que trabaja porque es necesario.
Por eso evito tener un blog: prefiero que los recuerdos sucedan y pasen, dejando una huella invisible en la vida sin enclaustrarla en palabras fijas.
Así que: bueno, por un día me permito dejarte una opinión contraria 😛
En último término, es importante que cada uno haga lo que quiera. Saludos.
Puedes dejarme opiniones contrarias siempre que quieras, que pa eso te he echado yo el anzuelo y te traído hasta aquí. No iba yo a conformarme con un Roy que dijera amén a todo…